Existen muchos riesgos para la salud de las personas en las diferentes actividades que realizamos día a día en el trabajo, el riesgo aumenta según la actividad que estemos ejerciendo y las cifras son alarmantes en el Perú.
Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en el mundo mueren al año 2.3 millones de personas por accidentes y enfermedades ocasionadas por el trabajo, en accidentes que resultan en lesiones la suma llega a 860.000. Por accidentes y lesiones las empresas a nivel mundial pagan por costos directos e indirectos alrededor de 2.120 millones de Euros, una cifra bastante alta que no debería ser si tomáramos con mayor responsabilidad la salud laboral.
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En el Perú la tasa de fatalidad laboral es del 13.5% mientras que en Estados Unidos y Japón es del 3.5%, en la región sudamericana Colombia maneja una tasa del 6.9%. En promedio en el territorio nacional ocurren 55 accidentes laborales al día o lo que es lo mismo ocho accidentes por hora. Los rubros económicos que tuvieron en el 2016 una mayor frecuencia de accidentes fueron la construcción con 31.43%, Manufactura con 29.14% y Comercio con 10.05%.
Los hombres fueron los que más se involucraron en accidentes laborales con una cifra de 89.7%, en el caso de las 
mujeres las cifras por accidente cada año van aumentando.
En retrospectiva vemos que el panorama en cuanto a seguridad laboral no es nada alentadora en el Perú, debemos crear una real conciencia del cuidado de nuestros trabajadores, generar un cambio de cultura en las empresas y en las personas, reducir la desigualdad social que existe en el mercado laboral es clave, ya que muchas personas trabajan por horas o por temporadas y no reciben su adecuada capacitación.
La adecuada dotación de equipos de seguridad personal es una de las primeras lineas de seguridad que debemos implementar, la correcta elección de cascos de seguridad, protección para las manos, respiratorio, zapatos de seguridad es el primer paso para evitar lesiones. Es de vital importancia reducir esas cifras de accidentalidad para convertir el país en un polo de desarrollo sostenible en la región y mitigar los daños sociales ocasionados por los mismos.